sábado, 13 de octubre de 2012

Amor a primera vista!


Perdí casi todos mis ahorros en esa llamada, Jjong no estaba, había ido a hacer las compras mientras Key iba a tomar una ducha, así que tuvimos bastante tiempo para hablar, cuando estuvo a punto de acabárseme el suelto que llevaba conmigo Key dijo que devolvería la llamada a la cabina para seguir hablando, Key había dicho que me olvidará de esa persona y por más que me preguntó quien había sido, jamás le dije que fue su tan adorado Minho.

Minho… ¿Realmente eso querías decir? ¿Qué fui un juego y nada más? ¿No significo nada para ti?.

Key me había pedido que volviera lo más pronto posible, según la recepcionista el dinero ya había sido de vuelto a mi tarjeta así que… realmente no tenía porque seguir quedándome en un lugar donde desde el principio me había traído problemas, así que regrese a la cabaña, Minho dormía, de camino me había prometido no derramar una lágrima más por esto, pero verle ahí, con una cara tan pacífica, tan tranquila, tan…. típica del Minho de la pasada noche, me hizo romper con mi promesa, no pude evitarlo y volví a llorar en silencio; empaqué mis cosas y me fui a acostar, era temprano aun, pero no importaba, lo único que quería era que se acabara lo más pronto este día y que de una vez por todas llegará el mañana para dejar todo esto atrás, en el olvido.

Cuando desperté Minho ya estaba despierto, eso haría un poco más difícil mi partida, pero la haría de igual manera, baje los escalones de la litera y fui hasta el closet por la maleta, al ir a recogerla pase por la cocina y se dio cuenta de que estaba despierto.

-Estaba esperando a que te despertarás – dijo desde el comedor mientras leía el periódico.

-¿Ah, sí? – dije sin mucha emoción en la voz, la verdad no es como si lo haya tenido que fingir mucho, simplemente era el resultado de haber estado llorando por tanto tiempo y luego quedarme dormido.

-Sí – escuché su silla correrse – le dije a los chicos que quería invitarte a un lugar a desayunar así que decide – apareció a lado de la puerta del closet, con una sonrisa de medio lado. Sí, lo acepto, logró quitarme el aliento.

-Lo siento… Minho – dije desviando mi mirada. Cerré la puerta de la cual se apoyaba – Voy de salida – Me colgué el lazo de mi maleta en mi hombro y lo encaré, con un rostro, que sentía, reflejaba cansancio.

-Eh… Minnie, ¿paso algo?.

-No, nada, simplemente tengo que regresar con mis hyungs, tienes la cabaña para ti – sonreí con un dejo de tristeza – espero que… amm, uhm…- pase por su lado dirigiéndome hacía la salida – te sigas divirtiendo como hasta ahora, fue un gusto conocerte –abrí la puerta, lo pensé un poco y después me gire para verlo – En verdad lo fue – sentía mis ojos arder, ¿Iba a llorar de nuevo? No por favor, no delante de él.

-¿Tae…min? – dijo dando un paso temeroso - ¿Paso algo? Cuéntame – Dio otro paso.

-¡No, Minho! – dije poniendo mis manos enfrente de mí y moviéndolas en forma de negación – No te acerques por favor – baje mi vista, estaba a punto de llorar – No es justo – dije por fin.

-¿El qué? – un paso más.

-Pensé que me habías dicho que me amabas pero… no fue eso, entendí mal, ya lo capte, fue solo una noche de diversión, está bien, no hay problema, lo entiendo, yo también lo quería así que no estoy enojado ni nada, solo déjame ir antes de salir más herido, por favor Minho, por favor – supliqué.

-Taemin… no te entiendo – ahora estaba a solo un paso de mí.

-Ahora quieres algo de mí ¿verdad? Por eso hoy sí me hablas, pero ayer, me evitabas y ni siquiera me mirabas o me dirigías una palabra, no soy un juguete Minho, ni soy alguien con quien puedas divertirte solo un momento y ya, lo siento – me giré y di un paso lejos de él – adiós.

-¡Taemin! – gritó mientras me tomaba por los hombros - ¿De qué estás hablando? Cuando dije yo que no te amaba.

-No lo has hecho pero me los has demostrado.

-Eso no es cierto, ayer estaba algo confundido porque, bueno jamás había pasado por esto antes, pero después me di cuenta de que no importaba cuan extraño me pareciese era lo que estaba sintiendo realmente por ti y bueno, iba a aceptarlo por más raro que fuera.

Taemin lo que más quiero es estar a tu lado, no te vayas.

-Minho… - ¿Podía confiar en él? – no juegues conmigo.

-No lo haré – me giré y lo abrasé – realmente te quiero, taemin, no sabes cuánto.

Entramos al cuarto y no hubo palabras, solo era silencio, un silencio para nada incomodo, quería creer que esto era real, quería estar así para siempre con él, pero no sé si podría, el tenía su vida y yo la mía, habernos encontrado era cosa del destino…. Pero que estaba diciendo, enamorarse es cosa del destino y aunque nunca hubiera pensando que iba a terminar enamorado de un chico y menos de alguien como él, no se interpondría en lo que estaba sintiendo ahora.
-Minho, te amo – me gire sobre sus brazos, lo tomé la cara y lo besé. Descubrí que el también lloraba, no lo había escuchado, sufría en silencio – Minho – dije con la voz quebrada.

-En verdad minnie, yo no quise hacerte esto, te prometo que nunca fue esa mi intención.

-Te creo Minho, te creo, perdóname – lo abracé y esa mañana no paso nada más.

Salimos a desayunar en silencio, regresamos… en silencio y pasamos el día en silencio, el día en sí paso demasiado rápido para mi gusto.

-Minnie ¿Dónde estás? – escuche decir a un Jjong preocupado.

-Lo siento hyung, siempre no me regreso antes, he arreglado las cosas – dije mientras sostenía el celular de Minho sobre mi hombro y cortaba algunas verduras – sí, sí, voy a estar bien, ¿Qué sería de un primer amor sin dolor? Simplemente no existe hyung, junto con el amor vienen momentos de dolor pero he salido de uno de ellos y ahora soy feliz.

-Pero…

-Déjalo Jong, sí el dice que está bien, está bien, ¿cierto taemin? – escuche decir a mi umma un poco lejos.

-¿Cocinando? – dije con una sonrisa en los labios.

-Sí, ¿Gustas un poco? Estoy haciendo tu platillo favorito – dijo en plan de cizaña.

-¡¡Umma!! – rezongué – eso no es justo.

-Bueno se suponía que a quien le gustaba este platillo vendría acabado, así que no es tan injusto como lo haces ver, taemin.

-¡Ah, ya! Pero me lo tendrás que volver a preparar cuando regrese.

-Tenlo por seguro.

-Los tengo que dejar, estoy tratando de preparar el desayuno antes de que Minho se despierte así que tengo que apurarme, hablamos mañana, chau – escuche unas palabras de despedida y los típicos consejos de Key y colgué.


Nada arruinaría mi día...
Continuará....

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